El jueves llegó con fuertes humores y temblores para las laboriosas hormigas y los alados magistrados de la Corte Superior de Justicia de Ancash. Y no era para menos. Ese día se elegiría al sucesor del Dr. José Flores Valcárcel, quien entregará el mando en enero luego de dos años al frente de esa institución. En los pasillos de la Corte se esperaba que ocurriera lo que “ya se sabía” desde hace algunos días. Que el vocal “más votado” en el referéndum de magistrados, el Dr. Abraham Vílchez, fuera electo como reemplazante del Dr. Flores Valcárcel. Sin embargo, luego de sesionar los seis vocales titulares: Vílchez Castro, Lagos Espinel, Flores Valcárcel, Amaro Trujillo, Rodríguez Ramírez, y Sánchez Romero se dio a conocer lo imprevisto e increíble: había sido electo el Dr. Amaro Trujillo.Lo que vino minutos después fue antológico. Mientras que por un lado Amaro Trujillo expresaba a la prensa que su elección era el verdadero referéndum; por el otro, el Dr. Edgardo Amez Herrera, también vocal de la Corte y a la vez Presidente de la Asociación de Magistrados de Ancash, incendió la pradera al declarar que la elección de Amaro Trujillo es un hecho ilegal y nulo porque el Reglamento prescribe que solo pasan a la segunda vuelta dos candidatos y no tres como había sido el caso. Luego de conjeturar sobre la idoneidad del electo, denunció que justamente por el contubernio entre Amaro y Flores (Amaro le entregó el cargo a Flores y luego Flores le está devolviendo otra vez el cargo a Amaro) es que la Corte de Ancash está mal vista por la opinión pública y los letrados, porque se permiten graves faltas, inclusive el nepotismo, ya que algunos magistrados actuando contra la norma, laboran junto a sus convivientes, con quienes inclusive tienen hijos, y esa conducta inmoral e ilegal es conocida.
¿Pero, qué ocurría? ¿Porque los cuchillos largos se desenvainaron aquella tarde? Se dice que meses antes las candidaturas estaban definidas. Vílchez Castro sería candidato apoyado por Lagos Espinel y Sánchez Romero. Del otro lado Rodríguez Ramírez contaría con los votos de Flores Valcárcel –quien tiene voto dirimente – y Amaro Trujillo. Es decir, este último no candidatearía. Sin embargo, llegado la hora de la elección el tablero se recompuso. Amaro Trujillo, explicando una profunda indignación por la interpretación tendenciosa del referéndum por algunos de sus colegas, postuló. Es decir, ya no había dos, sino tres candidatos: Vílchez, Rodríguez y Amaro. Y en primera vuelta contaron con los votos de Lagos, Sánchez y Flores, respectivamente. Ello, suponen, les dio derecho a pasar a segunda vuelta por haber empate técnico entre los tres. En la segunda vuelta, el resultado fue: Vílchez su voto y el de Lagos; Rodríguez, solo su voto; Amaro, su voto, el de Sánchez y Flores. Lo que significa que Amaro Trujillo ganó la elección como nuevo Presidente de la Corte de Ancash por el periodo 2009-2011. Inmediatamente y tal como es costumbre, la colmena judicial realizó el “besamanos” sin saber lo que había pasado y menos lo que pasará después. Naturalmente, lío de “gringos” jurisprudentes.
Las denuncias hechas por un alto magistrado de la Corte, Amez Herrera, catedrático y jurista reconocido y apreciado por la intelectualidad y el pueblo ancashino son dignas de consideración, sin duda. Se percibe que lo expresado por el ducho capeador jurídico es más que una acalorada y “picona” expresión y puede significar el punto de quiebre o de partida para una urgente y contundente reforma moral judicial que la sociedad ancashina en todo momento demanda de sus magistrados y que el experimentado Amaro Trujillo, en caso de ser confirmado, debe de solucionar. Toca pues al Consejo Ejecutivo del Poder Judicial de la República correr el telón, asumir funciones, confirmar o anular la elección y acabar con esta tarde de cuchillos largos en la Corte Superior de Ancash.
