Hace algún tiempo Ezequiel Nolasco dirigió el ataque de una turba que, ansiosa de tener un “cupo” de trabajo, causó daños en la Universidad Nacional del Santa. Por ello fue procesado y sentenciado en primera instancia. Luego apeló ante la Sala Penal de la Corte Superior de Justicia del Santa, y ésta confirmó su sentencia de pena privativa de la libertad de tres años. El hecho de que el encarcelamiento, producto de la sentencia de pena privativa de la libertad expedida en máxima instancia, haya sido suspendido, no quiere decir que Nolasco haya sido absuelto tal como pretenden hacernos creer. Lo que sucede es que el Juzgador, como se estila en estos casos, le ha dado una gracia penal. Nada más. Pero la sentencia a estas alturas está consentida y ejecutoriada. Es decir, de acuerdo a la Ley y a los Jueces, Ezequiel Nolasco es un criminal sentenciado por un delito común.
En consecuencia - y de acuerdo a los principios del Derecho Penal, y de lo preceptuado en el Art. 30 inc. 3 de la Ley Orgánica de Gobiernos Regionales que dice: es causal de vacancia: la condena consentida o ejecutoriada por un delito doloso con pena privativa de la libertad - se han dado las condiciones legales para la vacancia de Nolasco en cualquier cargo público que estuviera ejerciendo, en este caso el de Consejero Regional por la Provincia del Santa. Porque así de clara y simple es la norma tanto para fulano, zutano o mengano. Es por eso que el Consejo Regional de Ancash, después de dos intentos fallidos donde los “otoronguillos” frustraron esas Asambleas; se reunió ayer de forma extraordinaria para tratar ese caso porque un sentenciado no puede ocupar un escaño consejeril como si fuese un manso cordero. Y aunque no lo quisieran, los “oficialistas” de Cuenta Conmigo - chupes de César Álvarez, los llamó esa misma mañana el corajudo Hugo Cáceres, Consejero de Huaylas - no podían posponer más esa Asamblea, porque corrían el riesgo de ser denunciados y vacados si no se pronunciaban al respecto.
Y así se inició la Asamblea Extraordinaria. Aquí es merituable la valiente y acertada posición política del Consejero Martin Espinal, de Pallasca; quien defendiendo la legalidad y la institucionalidad del Consejo Regional, pidió la vacancia de Ezequiel Nolasco ipso facto en el cargo de Consejero en aplicación de la norma sustentándola acertadamente. Como respuesta el Ing. Ricardo Villegas, ex “nacionalista” y consejero de Carhuaz, fungiendo de experimentado jurisprudente e iluminado interprete legal dijo que si el Poder Judicial no lo había vacado pues nosotros menos porque sino Nolasco nos denunciará a todos (ese es el estribillo que repite cada vez que quiere intimidar a sus colegas y salirse con la suya).
Esa fue la antesala para que hiciera su presentación en el Foro Heriberto Benitez, un abogado dicharachero que se presentó como defensor de Nolasco y fiel a su estilo “reinterpretó” la Ley y se zurró en el Derecho sustentando que su cliente era invacable y que quien lo hiciera cometía delito. Poco faltó para que elevara a Nolasco a las alturas de la santidad y lo comparara con Ghandi. Frente a estas falacias jurídicas expresadas con buena retórica más la ignorancia jurídica de los consejeros nada pudo hacer el alegato de Espinal que fue reforzado por Vega, Chinchay y Cáceres.
Nolasco no fue vacado y una vez más el Consejo Regional de Ancash mostró ante la opinión pública regional y nacional esa incomparable capacidad para dispararse a los pies. Pero no se crea que ese resultado fue producto de la “brillante defensa” de Benítez. No. El resultado estuvo “arreglado” de antemano. Desde los boicots de las asambleas anteriores hasta las vergonzosas abstenciones de esos vanos consejeros como Miranda, “ Chavo”, Mejía Mallqui, y otros. Se percibe pues que fueron mayores mieles las que indujeron a once consejeros regionales a cavar su tumba política.
Mas tarde, demostrando la gran ostra de su ignorancia y de su pueril condició
n, Nolasco expresó a los medios que la sentencia expedida por la Corte Superior del Santa es una persecución política. Es decir, este mortal de gran cuajo, se puso a la altura de un activista político, de un luchador social. Como si fuera Mariátegui, Haya de la Torre o Gandhi cuando simple y castizamente es un delincuente. Pobrecito, urgente deben de tramitarle su asilo político en algún país protector de derechos humanos porque es un perseguido. De quien? En verdad, si alguien persigue a Nolasco deben de ser la gente a la que no le ha “cumplido” o su propia conciencia por lo abyecto de su accionar sindical y político. Porque nadie olvida de cómo se han organizado las mafias en Chimbote que trafican con el ansia de trabajo de los “cachueleros” porteños y de cómo estas con el cuento del “cupo de trabajo” en las obras de la región los hacen caminar, correr, gritar, atacar a los hermanos campesinos, a las amas de casa; y encima les cobran “cupos dinerarios” para la “causa” y el “partido”.
Los consejeros oficialistas, en el ánimo de apoyar la inútil permanencia de un consejero sentenciado, se han puesto la “soga al cuello” al evadir su deber moral y legal. Ahora cualquier ciudadano puede denunciarlos y también pedir su vacancia. La decisión apañadora, cómplice y estúpida del Consejo Regional ha sido apelada. Es el JNE quien se pronunciará en última instancia y como es de prever, su decisión será de acuerdo a derecho y ello implica que Nolasco se vaya a su casa o a seguir tirando piedras o amenazando en una que otra manifestación que se armará como muestra de “respaldo”. Pero de que se irá, por la puerta falsa del Consejo Regional, es seguro porque la Ley lo manda.
En consecuencia - y de acuerdo a los principios del Derecho Penal, y de lo preceptuado en el Art. 30 inc. 3 de la Ley Orgánica de Gobiernos Regionales que dice: es causal de vacancia: la condena consentida o ejecutoriada por un delito doloso con pena privativa de la libertad - se han dado las condiciones legales para la vacancia de Nolasco en cualquier cargo público que estuviera ejerciendo, en este caso el de Consejero Regional por la Provincia del Santa. Porque así de clara y simple es la norma tanto para fulano, zutano o mengano. Es por eso que el Consejo Regional de Ancash, después de dos intentos fallidos donde los “otoronguillos” frustraron esas Asambleas; se reunió ayer de forma extraordinaria para tratar ese caso porque un sentenciado no puede ocupar un escaño consejeril como si fuese un manso cordero. Y aunque no lo quisieran, los “oficialistas” de Cuenta Conmigo - chupes de César Álvarez, los llamó esa misma mañana el corajudo Hugo Cáceres, Consejero de Huaylas - no podían posponer más esa Asamblea, porque corrían el riesgo de ser denunciados y vacados si no se pronunciaban al respecto.
Y así se inició la Asamblea Extraordinaria. Aquí es merituable la valiente y acertada posición política del Consejero Martin Espinal, de Pallasca; quien defendiendo la legalidad y la institucionalidad del Consejo Regional, pidió la vacancia de Ezequiel Nolasco ipso facto en el cargo de Consejero en aplicación de la norma sustentándola acertadamente. Como respuesta el Ing. Ricardo Villegas, ex “nacionalista” y consejero de Carhuaz, fungiendo de experimentado jurisprudente e iluminado interprete legal dijo que si el Poder Judicial no lo había vacado pues nosotros menos porque sino Nolasco nos denunciará a todos (ese es el estribillo que repite cada vez que quiere intimidar a sus colegas y salirse con la suya).
Esa fue la antesala para que hiciera su presentación en el Foro Heriberto Benitez, un abogado dicharachero que se presentó como defensor de Nolasco y fiel a su estilo “reinterpretó” la Ley y se zurró en el Derecho sustentando que su cliente era invacable y que quien lo hiciera cometía delito. Poco faltó para que elevara a Nolasco a las alturas de la santidad y lo comparara con Ghandi. Frente a estas falacias jurídicas expresadas con buena retórica más la ignorancia jurídica de los consejeros nada pudo hacer el alegato de Espinal que fue reforzado por Vega, Chinchay y Cáceres.
Nolasco no fue vacado y una vez más el Consejo Regional de Ancash mostró ante la opinión pública regional y nacional esa incomparable capacidad para dispararse a los pies. Pero no se crea que ese resultado fue producto de la “brillante defensa” de Benítez. No. El resultado estuvo “arreglado” de antemano. Desde los boicots de las asambleas anteriores hasta las vergonzosas abstenciones de esos vanos consejeros como Miranda, “ Chavo”, Mejía Mallqui, y otros. Se percibe pues que fueron mayores mieles las que indujeron a once consejeros regionales a cavar su tumba política.
Mas tarde, demostrando la gran ostra de su ignorancia y de su pueril condició
n, Nolasco expresó a los medios que la sentencia expedida por la Corte Superior del Santa es una persecución política. Es decir, este mortal de gran cuajo, se puso a la altura de un activista político, de un luchador social. Como si fuera Mariátegui, Haya de la Torre o Gandhi cuando simple y castizamente es un delincuente. Pobrecito, urgente deben de tramitarle su asilo político en algún país protector de derechos humanos porque es un perseguido. De quien? En verdad, si alguien persigue a Nolasco deben de ser la gente a la que no le ha “cumplido” o su propia conciencia por lo abyecto de su accionar sindical y político. Porque nadie olvida de cómo se han organizado las mafias en Chimbote que trafican con el ansia de trabajo de los “cachueleros” porteños y de cómo estas con el cuento del “cupo de trabajo” en las obras de la región los hacen caminar, correr, gritar, atacar a los hermanos campesinos, a las amas de casa; y encima les cobran “cupos dinerarios” para la “causa” y el “partido”.Los consejeros oficialistas, en el ánimo de apoyar la inútil permanencia de un consejero sentenciado, se han puesto la “soga al cuello” al evadir su deber moral y legal. Ahora cualquier ciudadano puede denunciarlos y también pedir su vacancia. La decisión apañadora, cómplice y estúpida del Consejo Regional ha sido apelada. Es el JNE quien se pronunciará en última instancia y como es de prever, su decisión será de acuerdo a derecho y ello implica que Nolasco se vaya a su casa o a seguir tirando piedras o amenazando en una que otra manifestación que se armará como muestra de “respaldo”. Pero de que se irá, por la puerta falsa del Consejo Regional, es seguro porque la Ley lo manda.
