Ayer Concluyó el Paro Regional del 11 y 12 de abril. Desde la óptica de las luchas sociales ha sido todo un éxito, pero a un alto precio para el pueblo ancashino que el Gobierno Central de García tendrá que pagar sin dudar ni chistar. Ancash tiene un nuevo mártir de las luchas sociales: MARVIN GONZALES CASTILLO. A la fuerza, por medio de una bala policial fue obligado a inmolarse en los campos del valle del Santa. Sucedió el miércoles frente al Estadio San Bartolo. Ahí se jugó su último partido contra la pobreza la represión y la tiranía; fue valiente, gritó fuerte y levanto sus brazos en alto y por eso le quitaron la vida. Con su sangre roja marcó el asfalto negro por donde ahora tendrá que venir el progreso y la justicia social…o quizá más valientes…
Era de esperarse. La represión e inclusive el crimen estuvieron planificados. El paro regional tenía que abortar y ser un fracaso, cueste lo que cueste. Esa era la consigna porque Alan García y sus ministros serviles y algunos antiancashinos traidores - quienes en vez de comportarse como demócratas y decirle que la guerra contra César Álvarez y el pueblo ancashino era personal, absurda, estùpida y vana - hicieron del paro regional una cuestión de “Estado, poder y honor político”
Semanas antes en Lima, desde la sede del poder nacional, se diseñaban “estrategias” para acallar al “malcriado e insolente Presidente Regional de Ancash” que había convocado al paro y amenazaba ser el tábano más ácido en la oreja de la horda gobiernista central. García - mal aconsejado de su ego mesiánico y en complicidad de sus lacayos – ordenó reprimir el paro. Entonces la acción represiva se centró en dos áreas: la de fuerza o militar y la política o de ridiculización. Por eso no es de extrañar la millonaria campaña iniciada en medios de prensa antiancashinos en las que se tildaba al pueblo ancashino y sus líderes con adjetivos peyorativos. Inclusive algunos alcaldes y dirigentes de OSB alicaídas y casi muertas ridiculizaban el paro regional y cuestionaban a sus líderes. Lombardo Mautino, Fredy Otarola y César Álvarez eran bombardeados con artillería pesada.
En el otro frente de acción, el de la fuerza, Agustín Mantilla – Ex Ministro del Interior aprista y sindicado como el responsable de la matanza de El Frontón - junto a un equipo de colaboradores llegaba en secreto a Chimbote, la ciudad más grande de la región y bastión fuerte de César Álvarez - si el paro regional no era acatado en Chimbote, el Presidente Regional se convertiría automáticamente en un paria, en un verdadero “payaso” desde su visión política - La noche anterior a su llegada, en el PP. JJ. El Carmen, eran detenidos dos búfalos con anfo y explosivos en su poder. No supieron explicar su procedencia ni su uso probable. Misteriosamente fueron liberados la noche siguiente sin que la PNP diera explicaciones a nadie.
Los ancashinos dejaron atrás el miedo, acataron unánimemente el paro regional y salieron a las calles llenos de coraje a decirle en su cara a Alan García, a la alianza aprofujiwaldista y a los grupos de poder económico que la Región Ancash no solo exige cumplimiento y respeto a sus derechos de canon minero, la culminación de la autopista Casma – Huaraz, restitución del P.E Chinecas al gobierno regional, el canon de agua del río Santa por el servicio a Chavimochic (donde Alan García y el cogollo aprista son dueños y socios de las grandes transnacionales del agro), la sede de la PNP Regional en Ancash, a Hidrandina un buen servicio de energía eléctrica y que Barrick y Antamina cumplan con sus compromisos asumidos libremente con al región Ancash. Sino también exige algo elemental en un sistema democrático: RESPETO PARA ANCASH Y CUMPLIMIENTO DE COMPROMISOS CON EL PUEBLO. Sus voces se escucharon en las plazas más importantes de la región como Chimbote, Santa, Huaraz, Pomabamba, Casma, Huarmey; y también en los lugares más recónditos de Ancash como Llamellin, Huacaybamba, Llumpa, Yauya, Lacabamba, Chacas, Ocshawain, San Luis, Panaca, Huanchay y en todos los pueblos del interior.
El 11 y 12 de Abril los valientes ancashinos pararon y marcharon como bravos patriotas; juntaron sus voces y su rechazo a la tiranía, y en medio de la sangre de su mártir Marvin Gonzáles y de sus líderes, hicieron un grito, un grito vigoroso que ha llegado fuerte a Palacio de Gobierno y a toda la patria. Ancash ha conquistado su respeto. Y eso es algo que el Presidente García y lacayos asociados nunca deben de olvidar. En esta jornada de lucha social ha ganado el pueblo ancashino. Alan García junto a su alianza aprofujimontesinista y demás “opacuros” y “lámatis” han perdido…