El viernes amaneció con puerta cerrada la DREA, a media mañana se abrió solo por una hora. Antes del mediodía, Concepción Saldaña sin previo aviso y sin las formalidades de la cortesía entre funcionarios y gobernantes; se sentó en el sillón de la Dirección Regional de Educación de Ancash. Llegó acompañado de los alfiles del cogollo cuentista y un fiscal. Máximo Cerna, Jefe de la DGP y encargado de la Dirección en ausencia de Hernán Teodosio Quiroz, hasta ese entonces Director Regional de Educación, le hizo la entrega del cargo. Y así, entre ardores y rumores el nuevo Director Regional de Educación despachó por espacio de tres horas. Salió luego a almorzar junto a su secretario personal Felipe Plascencia y al volver, a las cuatro de la tarde, se encontró con que la puerta estaba cerrada y se le impedía el ingreso a la DREA. (menuda “inocentada” del nuevo funcionario de marras!!)
En el interior, el pleno del Sindicato de Trabajadores de la DREA se encontraba sesionando y sus acuerdos - publicados luego – fueron: rechazar al nuevo Director Regional de Educación, Concepción Saldaña; exigir al gobierno regional que el nuevo Director Regional fuese nombrado por concurso público como el anterior e irse a la huelga general indefinida. Asimismo los sindicalistas hicieron notar que no era la voluntad del Presidente Regional la que se estaba manifestando con dicho cambio sino por el contrario la fuerza y presión de un grupo de consejeros regionales.
Lo cierto es que aquí se está actuando de forma inapropiada en ambas partes. La Ley 28926 le da plenas facultades a los Presidentes Regionales, entre ellos al Presidente Regional de Ancash, para cambiar y designar de muto propio a los directores regionales de todas las dependencias públicas o sectores. En doctrina, lo preceptuado por dicha Ley significa que “dicha norma es una transferencia de competencia política o de estado” y aquí se equipara al Presidente Regional en su jurisdicción territorial al Presidente de la República que puede cambiar a sus ministros sin concurso público. Esto es el ejercicio de lo que se llama la “confianza política”. Esto quiere decir pues que la ley le asiste al Presidente Regional y este ha actuado de acuerdo a ella al disponer el cese en sus funciones del Director Regional de Educación Hernán Quiroz al haber este concluido su mandato el 25 de mayo y por tanto las pretensiones del sindicato de la DREA carecen de fundamento legal.
Sin embargo, hasta cierto punto es comprensible la actitud tomada por el Sindicato de la DREA toda vez que hay que considerar primero que existen ciertas formalidades para ejercer el poder. Y esas “formalidades” tales como esperar las 48 horas una vez emitida la resolución para actuar con la fuerza pública en caso de negativa de entrega de cargo o esperar una entrega de cargo por el mismo titular del pliego, Hernán Quiroz. “Descortesías” que creemos son los que han motivado esa apasionada reacción del Sindicato. Además no hay que olvidar que Hernán Quiroz ha sido uno de los pocos directores regionales que ha dado mucha atención y apoyo al sector educación y a sus sindicalistas; razón por la cual estos han salido a defenderlo en su ausencia.
Creemos que pasado el momento de la “natural” indignación, el Sindicato de la DREA cederá en sus pretensiones tanto de rechazo al nuevo director regional como de irse a la huelga indefinida, toda vez que sus últimos actos no son sindicales sino más bien políticos – y valgan verdades en este caso ni la razón ni la ley les asiste y por ello no pueden perjudicar a los usuarios – y además, de acuerdo a la ley, podrían enfrentar cargos ante el poder judicial por aquellas “tiernas quijotadas”. Ya el Profesor Hernán Quiroz verá que decisión toma ante lo sucedido y como hace prevalecer lo que considera sus derechos funcionales y laborales. Por otra parte consideramos que en lo sucesivo el Gobierno Regional debe ser más diplomático y cuidadoso en el manejo de situaciones similares, por el bien de la gobernabilidad.
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