Hace ya casi un año, mientras me desplazaba desde el centro de Huaraz hacia Essalud - de sur a norte - fui embestido brutalmente por una Station Wagon blanco por la parte posterior de mi motocicleta. El terrible golpe me hizo volar por los aires, me quebró la pierna en el acto y sobreviví de milagro. El criminal que me atropelló lejos de socorrerme fugó pero la oportuna e inmediata intervención de los trabajadores de un taller y de otros albañiles evitó que huyera con el automóvil. Le quitaron las llaves, me auxiliaron y me llevaron al Hospital Victor Ramos Guardia.
Todos saben que desde que salimos a la luz pública cuatro años atrás sentamos nuestra posición respetuosa y critica; valiente y directa. Y es cierto, nuestra aparición coincidió con la asunción del mando regional de Cesar Álvarez y de muchos alcaldes. Y como todos los ancashinos nosotros también vimos con esperanza el inicio de su gestión y de alguna manera lo manifestamos. Pero igualmente es cierto que poco a poco algunos alcaldes y Álvarez nos fue defraudando a todos porque no hizo nada por la región y mantuvo en sus puestos a gerentes incapaces, soberbios, coimeros y delincuentones.
Es así que consecuentes con nuestra vocación y principios escogimos el camino de la decencia y el faquirismo antes que el del sobonaje y el alcahuetismo. Las amenazas de muerte y la persecución no se hicieron esperar y tuvimos que replegarnos hacia el interior con la finalidad de conseguir nuestros centavos dignos y de conservar nuestra integridad física y nuestra vida. De cuando en cuando, cuando algunos medios independientes libres nos lo permitían y ojala nos sigan permitiendo, publicábamos uno que otro artículo.
Pero la mafia y sus tentáculos son grandes y un mal día, víspera de semana santa, fui atropellado impune y salvajemente por la espalda. Todos vieron y callaron. La prensa sobona e indecente no dijo nada. Tampoco la “prensa honesta y decente” esa que cobra mensualmente de la mineras depredadoras y también del “uno” del gobierno regional. Tampoco la PNP de Monterrey y ese corrupto policía llamado Tec. Ardiles que dejó libre en el acto al criminal que me atropello, en 24 horas el carro y que encima mintió, fraguó pruebas y adulteró documentos. Nadie dijo nada. Solo algunos pocos, poquísimos valientes contados con los dedos de la mano me visitaron en mi lecho de dolor y me apoyaron. Allí están Lalo, Robin, Patricia, Lucy, Sandra, Edgar, Juan Carlos, José Luis y Julián firmes e imperecederos en mi memoria.
Pero no me mataron, desaparecieron ni intimidaron. Soy un Guerrillero de la Vida y - como muchos de ustedes - me replegué, pasé mis hambres, curé mis heridas, vencí mis miedos y aquí estoy de nuevo para dar pelea por la Democracia, la Libertad y la Decencia en Ancash. Y lo hago con la conciencia limpia y con el orgullo de no haber recibido un solo centavo de vergüenza de los saqueadores de mi patria chica. He pagado un alto precio por decir lo que pienso y llamar a las cosas por su nombre pero no me arrepiento porque lo único que necesita el mal para triunfar es que los hombres buenos no hagan nada.
Gobernantes abusivos, congresistas traidores, alcaldes coimeros, magistrados cómplices, funcionarios incapaces, bestias corruptas de Ancash y sus ayayeros, estáis notificados… he vuelto!
