EL PRIMER TRIUNFO DE OLLANTA

Tal como lo preveíamos, Ollanta Humala es el ganador de la primera vuelta y pasa a la segunda vuelta con Keiko Fujimori. De entre los dos saldrá el nuevo Presidente del Perú. Lo curioso y emblemático es que estos candidatos han sido electos por esa inmensa mayoría de peruanos que tienen el común denominador de la pobreza, el hambre y el desempleo pero que no obstante tienen visiones distintas de la problemática del Perú actual. Por el resultado de la votación se infiere que unos piensan que el neoliberalismo económico es bueno para propiciar el desarrollo de la nación y que otros piensan que por el contrario lo es el nacionalismo. Pero no solo es eso. También se ve que hay una recomposición del escenario político nacional porque la mayoría de peruanos escogió nuevos líderes y ya no a los tradicionales. Los Jorge del Castillo, Meche Cabanillas, Carlos Bruce, etc han sido sepultados políticamente junto a Castañeda, PPK y Toledo.

Los resultados electorales también nos confirman que casi la mitad de los peruanos ha votado por Ollanta – el candidato “antisistema” – sin importarle la feroz campaña de desacreditación y miedo desarrollada en consenso por los otros candidatos “sistema” incluida Fujimori. Porque los peruanos votaron por Ollanta Humala?. Queda claro que no lo hicieron por su carisma, empatía o liderazgo político (porque en comparación con otros candidatos es el menos simpático y dicharachero) sino por sus propuestas y su imagen nacionalista. Eso demuestra que los peruanos están cansados de este “sistema” y de lo que ello implica: falta de oportunidades, desempleo, corrupción, pobreza, hambre, miseria material y moral que corroe a la sociedad. Los peruanos están cansados de congresistas, presidentes regionales, alcaldes y funcionarios saqueadores, sometidos y cómplices de los malos empresarios mineros, pesqueros, madereros y comerciantes que rapiñan el Perú y sus recursos naturales. Los peruanos están hartos de convivir con el narcotráfico, el miedo, el secuestro, los tragamonedas, la delincuencia y sus cómplices los malos policías, fiscales y jueces. Y como no pueden decírselo en su cara o botarlos a patadas se lo dijeron democráticamente en las urnas: queremos que cambien o se vayan, queremos una transformación positiva y real del Estado y que se ponga al servicio de todos y no todos al servicio del Estado. Como debe ser.